Señora
de negra figura
que
conoce mis verdades mas ocultas
tras
el velo de la cordura.
Señora
que te sientas
ante
mí con tu rosto pálido
de
sonrisa irónica y fría
de
quien sabe la batalla ganada.
Señora,
paciente que desprende
el
olor de mil flores marchitas
que
con manos huesudas
arrastraras
mi alma
al
infierno de los olvidos.
Señora
que nos visitas
cuando
nacemos
y
nos recoges cuando caemos
en
el sueño más oscuro.
Solamente
te pido
señora
de los sueños eternos
que
cuando recojas mi cuerpo
no
vengas en silencio
como
dama furtiva
sino
que montes una fiesta
pues
mi alma es eterna
y
tus manos son mi cuna.
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